Las dietas tienen como objetivo en la mayoría de las ocasiones buscar bajar de peso, sin embargo hay estilos de alimentación enfocados en aportar los nutrientes más adecuados y que contribuyan a incrementar en formas adecuadas a personas con bajos niveles de masa muscular.
Y una consecuencia de ello se presenta la opción que enfoca en su consumo la ingesta de carbohidratos por ser estos los más adecuados si se desea incrementar el aporte calórico, siendo un recurso de gran utilidad para esta práctica.
Ahora bien a diferencia de otras opciones el consumo de proteínas es el que debe ser moderado, tomando en cuenta que pueden generar sobrecarga a nível renal y hepático y su ingesta deben ser en cantidades que no excedan de un promedio calculado en base al peso corporal de cada individuo.
Fundamentos básicos
Para esta dieta que al igual que otras tiene sus características principales, siendo una de ellas que no es conveniente ingerir bien sea una ensalada o sopa al iniciar una comida como el almuerzo debido a que puede disminuir el apetito previo a los platos principales o siguientes.
También no deben saltarse ninguna de las porciones que son consumidas ni olvidar las raciones principales, es decir el desayuno, la ración del mediodía y cena sumando además una o dos meriendas.
Igualmente no puede descuidarse el ingerir alimentos con altos níveles de fibra aunque deben ser consumirse en cantidades moderadas. Y en este caso se debe preferir opciones como frutos secos, miel y mantequilla, así como aquellos con aceites y azúcares saludables.
Pero sumado a esto pueden ingerirse huevos sin inconveniente alguno, ya que funcionan para sumar grasas y proteínas que pueden enriquecer todas las comidas.
Además se debe tener incluida en esta dieta los alimentos que proveen de varias vitaminas, sobre todo la B y en esta gama figuran vegetales verdes, papas, frutas cítricas, cereales integrales, legumbres secas entre otros.
En este sentido una dieta hipercalórica podría estar basada en la ingesta de unas 2500 calorías resaltando como una opción para el desayuno, una banana combinada con dos waffles con mantequilla de maní y una taza de jugo de naranja.
También existen opciones como avena con manzana junto a una tostada integral, una onza de queso blanco y un batido de moras.
Otra de las posibilidades sería unos huevos rancheros y un batido de proteínas, y finalmente cerrando la variedad estaría una granola hecha en casa, seis onzas de yogurt natural con un sandwich con huevo y queso gruyere.
En la gama de los almuerzos se podría escoger entre un primer menú que incluiría ensalada capresa, pollo asado con vegetales, arroz, refresco natural y como postre un arroz con leche.
Además se podría apostar por una lasaña de carne, arroz con pollo o un sandwich de ensalada de huevo como partes esenciales. Dentro de las meriendas se incluiría pan de maíz, galleta de chocolate y canela, un snack de chocolate o un panqueque de vainilla.
En las cenas se tendrían como opciones sopa de lentejas y vegetales más atún, sopa de pollo junto a unos macarrones con queso; y otra sería una sopa de lentejas con chorizo y finalmente un salteado de pollo con vegetales acompañado de un arroz frito.
Para una comida final se permitirían frutas cítricas con yogurt de menta, tortillas de maíz y queso, cereal integral y leche baja en grasa o una barra energética que en conjunto sumaría toda la ingesta necesaria para satisfacer la ingesta requerida.
Finalmente se debe detallar que la práctica de alguna actividad física debe aplicarse para complementar todo lo ingerido durante cada día y así garantizar el aumento de peso moderado y de masa muscular.
